Brillando un nuevo amanecer, el rocío besa la flor, y el canto de la alondra celebra el día con amor.
Las montañas, vestidas de verdes, y los ríos, son suaves murmullos, con la tierra danzan las sombras en un mundo de sueños y bríos.
Así el susurro del viento, y el canto del ser terrestre, me encuentran en el abrazo de la naturaleza, mi gente.
- Manuel José Quintana